A propósito del Festival Caracas en Contratiempo y la polémica sobre la participación del Colectivo Tiuna El Fuerte
Lo decidimos hacer, incorporar en la programación del Parque Cultural Tiuna El Fuerte un día de presentación del Festival Caracas en Contratiempo. Evento organizado a partir de una propuesta de Aquiles Báez de realizar una actividad de pre-festival que permitiera un concierto gratuito al oeste de la ciudad. Hicimos nuestra propia convocatoria como Jazz ta’quí y vivimos una noche cargada de talento venezolano, donde conectamos toda la energía de unos virtuosos intérpretes y compositores de jazz con raíces tradicionales. Por esta producción ni recibimos financiamiento ni ahogamos en un tugurio nuestras razones de existencia.
No es la primera vez que Tiuna El Fuerte realiza actividades que convocan a públicos de distintos sectores sociales y posturas políticas, precisamente porque parte de su trabajo cultural ha sido generar la movilización de las y los despolitizados para que se reconozcan en la necesidad de ser y hacer en colectivo, y sobre todo el de visibilizar la creatividad, el talento y el talante transformador que existe en los jóvenes de los barrios populares de este país.
Hace 8 años, el espacio ubicado en El Valle que hoy ocupan los contenedores industriales, reutilizados y graffiteados que caracterizan a nuestro núcleo endógeno cultural, era un estacionamiento abandonado que se prestaba para prácticas ilícitas. En ese tiempo, un grupo de artistas de calle demandaba para Caracas espacios culturales públicos y gratuitos, donde encontrarse, ensayar, formarse, hacer conciertos, donde no ser hostigados por la policía y/o excluidos por sospecha de culpables o no tener cómo pagar. Estos espacios no existían. Es a partir de una lucha colectiva de ocupación de esta propiedad estadal que se logra transformar los fines mercantiles (un centro comercial) que se tenían previstos para este lugar. Este proceso se vio apoyado y potenciado por el respaldo de instituciones y líderes políticos de este proceso político bolivariano y esto lo decimos por la calle del medio: Tiuna El Fuerte nace, crece y se proyecta en Revolución.
Nuestra apuesta es y será política, siempre y cuando la política sea la expresión de las clases populares, de la participación y el desenfado de las mayorías que no caben en los imaginarios de quienes entre sus mayores angustias está el no encontrar servilletas en un supermercado. Nuestra apuesta es posibilitar una sociedad en la que no existan ganadores y perdedores, exitosos y fracasados, sino una multiplicidad de prácticas, relaciones y sentidos que nos hagan comunidad, que nos permitan respetar las diferencias que no supone dejar intacta la desigualdad, ni dejar de reconocer la lucha de clases; que supone una opción radical por los oprimidos, que supone que la cultura no es mera estética sino que es fundamentalmente posibilidad de transformación en una dirección de justicia. De ahí que nuestras fuerzas siempre bracearán a la izquierda.
Aquiles Báez cerró su presentación diciendo: “las ciudades crecen culturalmente a medida en que los espacios culturales crecen, así que estamos creciendo con este espacio, un aplauso para la gente de Tiuna El Fuerte”. Si la ciudad ha crecido es porque sus lógicas han venido transformándose y, para nosotros, tiene que ver con la multiplicación de un accionar político cultural que, más que buscar convencer a los convencidos o privilegiar a los privilegiados, ha significado abrir la cancha para que el barrio sea escenario y protagonista en un tejido de saberes, creatividades, trabajo y organización social.
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